21 de Marzo

Esta semana tomé vacaciones del blog.
Sin ninguna explicación aparecen unas fotos de Philadelphia, eso es porque el viernes me tomé un bondi a las 9 de la mañana, y a las 12 ya estaba en Philadelphia para encontrarme con Feli que vive a 1 hora ahí. Yo no conocía Philadelphia y como sale tan barato ir aprovechamos con Feli el spring break para recorrer un poco. La ciudad es chiquita pero linda, como muy compacta y reúne todo lo que tiene una gran ciudad pero en un perímetro muy limitado. La primera impresión que tuve de Philadelphia, cuando me levanté semi dormida del viaje y ya estábamos llegando, fue ver la ciudad como una especia de maqueta estilo Monopoly. Como que está todo muy ordenadito, todos los edificios más altos en el medio, uno cilíndrico, una cúspide, otro estilo Empire State, otro rectangular, y después están el resto que los rodea...Hay unos edificios muy modernos que se destacan del resto porque tienen como formas muy particulares, y están todos pegaditos uno al lado del otro.
Hizo un calor primaveral que nos acompaño para recorrer todo el día en musculosa la pequeña ciudad. Fuimos al downtown, en donde está el centro y toda la parte comercial, fuimos al bajo en donde de repente hay una calle con una onda como media playera llena de barcitos pintados de mil colores, nos fuimos al barrio italiano a comer una pizza y a la tarde fuimos a recorrer toda la parte que bordea el río. Ahí cerca del río es donde está el museo de arte, que es una de las zonas más lindas de la ciudad. Nos pasamos toda la tarde cerca del río, nuevamente volví a sentir después de tantos meses el contacto con la naturaleza. Por ejemplo vi un par de patos y me emocioné (en realidad son re insuslsos los patos). Eso pasa por estar distanciada de la flora y la fauna no recuerdo ver animales que no sean perros de ciudad vestidos como Lady Di...Incluso me senté a mirar el atardecer muy contenta al lado de los patos y sin darme cuenta me acosté arriba de toda la mierda de los patos. Me quedó toda parte de atrás verde, pero yo estaba contenta disfrutando el aire de una ciudad más abierta.

El sábado vino mamá. Por fin una cara familiar!!! La fui a buscar al aeropuerto para darle una sorpresa y cuando salió del vuelo estaba tan compenetrada en su caminar que me pasó de largo. La tuve que agarrar del brazo para decirle "Mamá, soy yo". Tampoco es que estoy irreconocible, estoy más blanca solamente, pero ella me confesó que se le había perdido un lente en el avión y que veía a medias...Fue muy lindo nuestro encuentro y desde ahí partimos al hotel.
No paramos un minuto todo el fin de semana, recorriendo, comiendo increíble, caminando sin parar, hablando y obviamente haciendo shopping...Fue divertido ser dos nuevamente.