martes, 16 de marzo de 2010

16 de Marzo



En mi primer día lindo de vacaciones me fui a recorrer el Upper West Side. El día estuvo increíblemente lindo, ya no da para andar con gorro o bufanda, eso dice mucho. Desde que llegué no tuve tiempo de recorrer lugares clave de Manhattan, como el upper west side que es una zona líndisima. Queda a la altura de mi casa pero del otro lado del Central Park, y como no hay subtes que conecten estas dos partes no voy nunca. Pero es incluso más lindo que el Upper East Side, los edificios son intimidantes de lo increíbles que son arquitectónicamente. Son mmosntruos y está lleno de casas muy lindas, es una zona muy residencial. Las avenidas son más grandes y todo se siente como más distendido. Me fui a un parque que bordea todo el Hudson River y me instale en un lugar fijo a disfrutar del sol.
Necesitaba ver el sol, me estaba convirtiendo en un vampiro, la única luz brillante que venía viendo es la del monitor de mi laptop. Así que me ubiqué en un banco de la plaza y me quedé en el mismo banco anclada por dos horas, me quedé ahí sin moverme, sólo disfrutaba de ver a la gente pasar (la foto es mi punta de vista). Miraba a la gente con sus chicos, está lleno de chicos con cascos, no sé porqué motivo todos usan cascos, bebés, perros, pequeñas criaturas, etc. Yo como extraño a Josefina me quedo mirando como poseída cada chico que pasa, me voy a convertir en una stocker de niños, pero me quedo como hipnotizada cuando veo un niño pequeño. Me encanta ver qué hacen, cómo se portan, si lloran, si se portan mal, si son distraídos. Hay un montón de chicos que andan motorizados, en scooters, los chicos juegan carreras entre ellos y las chicas como que van paseando. Ya de chicos somos muy diferentes, igual de chica yo seguro que estaba ahí compitiendo en alguna carrera, matando a otro para ganar....jajajajaja...Y también están lo perros, que no me fascinan como los chicos pero me hizo acordar mucho a "101 Dalmatas". Acá todos tienen sus perros, y estos son iguales a sus dueños. Era al cual la escena de la película, todos los perros con sus ropitas, tamaños, particularidades que son las mismas que tiene sus dueños.
En un momento se sentó al lado mío una señora de 90 y pico de años que estaba acompañada por otra señora que la ayudaba a caminar. Primero me preguntó si se podía sentar al lado mío, y yo le dijo que por supuesto. Era muy dulce la señora pero muy viejita, y se sentó a observar seguramente las mismas cosas que miraba yo. Las dos mirábamos los cochecitos pasar, los perros, las señoras commentaban poco entre ellas, sólo observaban. Era el acontecimiento del día. Como que ella disfrutaba así. De repente apareció una señora con un perro peludo y negro, gigante, y se vino a parar en frente nuestro con el perro. Y no sé qué le pasó por la cabeza a esa señora, como que quizo hacerse simpática con la viejita, y mandaba al perro al lado de la vieja. Como que obligaba al perro peludo y negro a pararse al lado nuestro, no entendí muy bien pero eso era lo que pasó. La señora miraba al perro y apuntaba a la vieja, como indicandole al perro que vaya hacia dónde estaba la señora sentada. Como que quería hacer una buena acción, pero la viejita estaba muy tranquila y no quería al perro cerca, es más no le hacía mucha gracia. Cuando el perro se acercó a la vieja y la olfateaba la dueña sonreía, como aprovando lo que su buen perro hacía. Después se fue. Al toque, la vieja y yo nos miramos y nos empezamos a reír porque ninguna de las dos entendió qué quiso hacer esa señora con su perro. No nos gustaba su perro, no lo queríamos cerca. La vieja tendría diez mil años pero no es boluda, no es un vegetal, quería simplemente paz.

1 comentario:

  1. Aguante la viejita!!!!
    la postulo como el personaje de la semana....
    voten...

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