domingo, 11 de julio de 2010

El gran final



Llegó el fin de este viaje y el final de este blog. Estoy en el aeropuerto escribiendo mi última entrada, la de la despedida.
Hoy me levanté sin tener noción de lo que siento, estuve toda la mañana paralizada sin pensar en nada intentando descrifrar qué era lo que me pasaba. Tenía el peor de les sentimientos, el de no saber qué sentir. Por momentos sentía que si me concentraba un minuto en descubrir cómo me sentía me podría haber agarrado un ataque de llanto histérico, por otros momentos no pensaba en nada, me sentía un vegetal. Lo único que quería es que alguien me llevara a mí y a mis millones de valijas directo a Argentina, la verdad no tenía ganas de hacerme cargo de mi traslado personal. Hasta hoy estuve negada con la vuelta por eso frente a la situación concreta de volver, tomarme un avión, no supe cómo reaccionar.
Para salir de mi estado vegetal me obligué a salir. El día estaba increíble y decidí hacer algo que me encanta: caminar por el Central Park. Dejé mis valijas en stand by y me fui con un vestidito de verano y mi carterita a caminar por el parque. En mi recorrido por el frondoso parque empecé a escuchar por entre los árboles el sonido de unos bongo. Fui siguiendo la música a la que cada vez escuchaba con mayor intensidad hasta llegar a un esecnario en el medio del verde. Hoy tocaba Jimmy Cliff. Sin pensarlo hice la fila y entré.
El espacio era gigante y había miles de personas, unas acampando con sus habituales mantas adelante, otras en las gradas y el resto merodeando por las carpas en donde ofrecían jugos y comestibles. Era como un paraíso y al mismo tiempo el broche de oro para terminar mi estadía en esta ciudad, escuchando música en el Central Park.
Encontré un lugarcito adelante y una pareja que estaba sentada al lado mío me compartió su manta. Después como estaba sedienta me acerqué a la carpa de los jugos pero como no tenía plata sólo los miraba. Finalmente la señora que vendía vio mi cara de sedienta y me regaló un vaso con jugo de sandía. Felizmente volví a mi lugar prestado.
Tocaron dos bandas primero, yo estaba jugada con el tiempo porque tenía que partir hacia el aeropuerto (o podría haber perdido el avión????) y Jimmy no salía. Las dos bandas estuvieron buenísimas, música muy movida y todos bailando bajos los rayos del sol. La gente se sacaba las remeras, las chicas se quedaban en corpiño, cada uno hacía la suya. Todos viven y dejan vivir. En un momento se puso a llover entonces todos bailábamos abajo de la lluvia, como hacía calor fue un poco un alivio. Y Jimmy no salía. Yo ya me tenía que ir, la pareja amiga estaba al tanto de mi situación y sabían que me tenía que ir al aeropuerto. Entonces me despedí y cuando empecé a caminar hacia la salida escuché la gloriosa voz de Jimmy cantando "Beautiful People". Amén dije. Y ahí ya está, como cuando un cura al final de la misa dice las últimas palabras, "pude irme en paz". Hubiera sido una experiencia incompleta si no veía a Jimmy Cliff cantar un tema, pero fue como todo en este viaje, ideal.
Después de ese tema me fui caminando alejándome de los arboles hacia la calle y escuchando la voz de Jimmy Cliff que se iba desvaneciendo.
Volví a mi realidad, a mi cuarto con las valijas. Llegué justo cuando llegaba al auto. Pam me ayudó a cargar todo, ella estaba muy emocionada, me hizo un regalo y nos despedimos en la entrada del departamento.
Cuando el auto arrancó automaticamente empecé a visualizar todo lo que veía a través de la ventanas como si hubiera sido una película. Todo se torno increíblemente lindo, las calles, la autopista, los árboles, la gente. Siempre pasa eso cuando uno está volviendo de algún lugar, la mente hace un click y la mirada empieza a funcionar en retrospectiva. Ya no se ve simplemente lo que pasa en ese momento sino que se ve en pasado. Lás imágenes, incluso hasta las más cotidianas se empiezan a archivar en la carpeta de RECUERDOS PASADOS. Camino al aeropuerto yo ya no estaba más en Nueva York, estaba en Buenos Aires extrañando y añorando estar en Nueva York.
Pero bueno, todo tiene su final. Y ahora es hora de volver.
Esta es mi última entrada al blog porque ya no voy a estar más Viviendo en Nueva York sino que voy a estar en Argentina.
Hasta pronto, fue un placer compartir este blog con todos ustedes.

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